viernes, septiembre 30, 2005

Mal viaje bueno…

De repente eso de respirar agitado se volvió costumbre, maneje tres horas y media sin parar, solo en las casetas, bajar velocidad en poblados y seguir acelerando, no pensaba parar hasta una ciudad antes que la destino, pan, horchata y a la carretera de nuevo, llegue a mi destino, me presente, hice lo que tenia que hacer, 3 horas de darle, termine, problemas, una hora mas y termino, adiós, gracias por todo, decidido visito a un gran señor, abuelo de Sofía, sin la mas mínima intención de quedarme mas de una hora, ya eran las 4:30 PM y yo quería estar en el siguiente punto antes de anochecer pero como de costumbre se portan de maravilla en ese lugar, cómo y recibo hasta postre, buena platica y decido tomar camino. Momentos antes de llegar a la carretera decido quedarme, mis ojos cansados me hicieron reflexionar, además las carreteras oscuras y en solitario me dan sueño, no había quien me despertara por si dormitaba. Rento un cuarto y a descansar.
Era martes, estaba en Navojoa, al siguiente día iba a Cd. Obregón, de repente la soledad se volvió mi amiga, ya no le temia como antes, hacia mucho que no pasaba tanto tiempo a solas y ya no era tan inquietante como antes. Miércoles por la mañana sin desayunar me fui a Cd. Obregón, lo que nunca se planea paso, el carro empezó a fallar. Dos horas después llega mi rescate, 5 horas después y un bulto de hambre en mi panza, salí rumbo a Cd. Obregón, llegue a la ciudad, no había nadie en la oficina a donde iba. Después de llamadas y llamadas telefónicas se decidió que me quedaría a dormir ahí, lo que era un viaje de 2 días se volvió de 3. la mañana siguiente hice mi trabajo, me compre un bulto de comida rápida para desayunar/comer en el camino y llegar de vuelta a mi ciudad, creo que la cerretera es buena dieta para mi, no me da hambre.
Jueves, 11 de la mañana, me detengo tras unos Ángeles verdes, había pasado lo mismo que la mañana anterior, el carro había perdido energía y no quería caminar mas, se le dice buena suerte cuando en la carretera tu carro alcanza a tomar el ultimo respiro y con el vuelito alcanzas a los Ángeles Verdes, mis manos papaloteaban por la ventana llamándoles la atención, cuando se pararon todo cambio y me ayudaron, nunca había necesitado la ayuda de uno de ellos, ojala nunca lo vuelva a hacer. 1:30 PM llega la grúa por mi y el mal nacido de cuatro ruedas. Rumbo a la ciudad me entero por vía del chofer de la grúa que la carrera de Federal de Caminos es carísima, la escuela esta en San Luis Potosí y hay tres niveles de los cuales tu no sabes cual te tocara al finalizar la carrera. 2 horas después termino en un taller con un señor de muy mala cara, al parecer le había dado parálisis facial o algo parecido. 30 minutos después, como resultado un cable soldado, una banda apretada y una cuenta muy corta me dirijo a la carretera de nuevo, bulto de comida chatarra, soda y cafreez en mano, pocas horas después entro a esta ciudad y me doy cuenta que todo sigue igual, nada mal.