martes, septiembre 13, 2005

Este clima tan loco ya anda tomando una que otra victima, debemos tener cuidado de los estornudos en la cara y los vasos infectados. Es difícil levantarse de la cama cuando esta fresco el clima, se siente como si esa cama dejara de ser aquel incomodo bulto de alambres retorcidos y algodón que tanto se odia cuando el calor te pega como calcomanía a las sabanas, se convirtiera en una nube que te mece y mece sin dejarte desertar. Otros cinco minutos ‘apa… te das cuenta que aquel padre hoy hace 2 años 7 meses exactamente se fue de este mundo para pasar a mejor vida, exactamente un día como hoy que su vida aquí iba a empezar a ser mejor. Abres los ojos, te acuerdas de el, su voz, su necedad de que te levantaras temprano aunque no tuvieras ni trabajo ni escuela; Ya dormirás hasta de sobra cuando te mueras te decía con aquella voz que tanto te cagaba cuando querías dormir mas, que daría yo para volver a oírlo gritarme.

Varias buenas nuevas te han llegado últimamente pero no sabes como festejarlas, el compromiso ya esta mas allá del 50/50 ya se ve mas claro pero igual le sigues teniendo miedo por que no tienes a aquel señor que te decía como, cuando, porque y si, si o no hacer las cosas.

El te decía que quería conocer a un nieto mínimo, el día que se fue te volviste loco pensando en que eres un inútil que ni ese gusto le pudiste dar y esperas el día que te reúnas con el para pedirle perdón por haberle fallado en tantas cosas, ni licenciado, ni beisbolista, ni nietos mientras vivió. A veces piensas que ni te mereces nada pero así es esto, hay que seguirle y tratar de llegar a donde el te dijo y seguir paso a paso aquellos consejos que a regañadientes te decía: fidelidad, llegar temprano, ver a los ojos, tener una sola mujer, hasta el final, siempre dar las gracias, etcétera, etcétera.

3 Comments:

At 12:51 p.m., Blogger Mayoli said...

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At 12:39 p.m., Blogger Mayoli said...

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

 
At 2:27 p.m., Blogger kiki said...

porque borraste el otro??

 

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