martes, agosto 09, 2005

Para empezar, el fin de semana fuimos a Navojoa a visitar al abuelo Felipe, que es abuelo materno de mi mujer pero yo medio le digo abuelo porque ya medio lo adopte como tal ya que no tengo ni paterno ni materno, igual, pero la narración grafica y escrita de tal viaje será expuesta después ya que no me han mandado las fotos.

Por otra parte, sigo teniendo sueños raros, me di cuenta que ahora tienen mucho que ver con lo que paso en el día, pero sigo despertando muy cansado, lo mas raro es que eso me pasa solo entre semana.

Para terminar, hoy mientras veía la televisión y daba vueltas y vueltas a los canales, me pare un momento en TV Azteca, estaban dando Ventaneando, en eso pasaban una nota de los Ex alumnos de la Cuarta generación de la nAcademia, bueno, lo que me pareció impresionante fue el como los y las morritas se hacen pedazos cuando ven a esos “cantantes”, como les gritan, aman y sufren cuando los ven. Eso mismo me sorprende con varios fenómenos populares, como Star Wars y otras cosas varias, yo me quede pensando una pregunta/comentario que me hizo mi mujer hace mucho: Qué loca la gente, no mames ¿creo que yo no tengo a nada ni nadie por quien ponerme así? ¿Tu si? Y la verdad ese día que me comento/pregunto, no se me vino a la mente nada ni nadie. Pero hoy, mientras veía a esa bola de escuincles gritando, llorando, enseñando las anginas, derrochando alegría por ver a una persona que se sube a un escenario a “cantar” canciones que ni siquiera son de ellos y otros que ni siquiera pasaron de la semana de haber comenzado las clases de canto, se me vino a la mente aquel concierto al cual batalle mucho para ir.

De buenas a primeras sin darme cuenta, ya estaba mas emocionada que una novia caminando al altar, había puesto de acuerdo a mis amigos para ir a Mexicali a un concierto, pero no era un simple concierto, ni una tocada ni una simple presentación, habíamos conseguido boleto para ir a ver a Los Fabulosos Cadillacs, después de años de escuchar sus discos, de pensar que nunca los vería en vivo, de pensar que los rumores de su separación hacían imposible el verlos alguna vez tocando juntos, después de haber ido al Distrito Federal a cuestas de mi Jefazo vil mente engañado, pensando que iba a unas conferencias de Ciencias de la Comunicación en una universidad valín y haberme quedado sin boletos por pendejo, ya teníamos los boletos asegurados para su gira de “despedida”, iríamos hasta Mexicali en camión. Pero la aventura apenas comenzaba, la noche anterior a la que íbamos a subirnos el camión teníamos que trabajar, trabajar para que dos de nosotros completaran su boleto que llegando, llegando teníamos que pagarle a alguien que ya lo había comprado una semana antes. El trabajo en San Pedro, un pueblito como a, bueno, para que me hago pendejo, no se cuantos Kilómetros son, pero esta como a 15 minutos de Hermosillo, no era fácil, teníamos que ir e instalar el sonido de un grupo donde trabajamos un tiempo, el grupo Versalles, teníamos que estar allá a medio día del viernes, instalar el equipo de sonido a mas tardar a las 8 de la noche, desde la batería hasta los micrófonos en cada tambor, desde las luces, hasta el micrófono del vocalista, el bajo, tarimas, consola, bocinas, amplificadores y monitores, 7:45 y todo listo, nomás faltaba que llegara el ingeniero de sonido, regulara el sonido, llegaran los músicos y a darle. Pero eso no era todo, teníamos que esperar hasta las 2 de la mañana del sábado, a esa hora teníamos que desinstalar todo, TODO, desde las luces... bueno, todo. Dieron las 3:20 de la mañana y terminamos de desinstalar y subir todo al camión, de teníamos que ir a entregar el camión, ir cada quien a su casa por maleta, dinero, bendiciones y lonches, después de todo eso nos dimos cuenta que no habíamos incluido algo en el plan, como llegar de nuestras casas a la central de camiones al otro lado de la ciudad, sin carro ni dinero para el taxi, estábamos afuera de uno de nosotros en un vaivén de madrasos, cuando llego un “amigo” en su vocho muy borracho, lo convencimos de que nos diera un aventón y ahí te vamos, 5 mas el chofer en un vocho, yo enfrente dándole indicaciones por donde se fuera y obligándolo a pasarse los semáforos en rojo, se nos hacia tarde para agarrar el camión y todavía no comprábamos los boletos. Eran las 4 de la mañana cuando nos subimos y a dormir, creo que se hacen como 10 horas o algo así a Mexicali, no me acuerdo muy bien, dormimos yo creo que 3 horas en el camino las pendejadas y las bromas no faltaron y pues a chingarle, nunca falta en zombi latoso.

Llegamos a Mexicali y nos topamos con la triste realidad de que nuestras tarjetas para teléfono públicos no servían mas que para tirarse con ellas allá, el caso que no podíamos hablar por teléfono, buscamos teléfonos de monedas y nada, nuestro poco presupuesto nos impedía comprar otra tarjeta porque solo había de 100 pesos, por fin un buen samaritano que nos vio cara de “¿y ahora que?” nos presto su tarjeta y llamamos a la casa de donde nos esperarían, cosa mala, no tenían carro y teníamos que pagar taxi o irnos a pie, preguntamos cuanto nos cobraban para llevarnos a tal dirección y nos salieron con el chistecito de 180 por los 4, terminamos pidiendo indicaciones y ahí te vamos a pie, hora y media en la central de camiones pensando que hacer y 45 minutos de caminata, ni modo, que le íbamos a hacer.

Llegamos a la casa, nos dieron nuestros boletos, comimos, tomamos, fumamos, jugamos y descansamos, a las 7 de la noche fuimos a agarrar camion para ir a la plaza de toros calafia, donde se presentarían los Cadillacs, ya había fila y mucha gente, a la hora entramos, a las 9 de la noche se apagan las luces y toda la gente gritando, yo, parado en medo de un gentío y de tierra, en la parte baja, a veces tratando de llegar hasta la barrera junto al escenario, se prenden las luces y el sonido, ahí estaban, los cabrones que me hicieron soñar con ser músico por muchos años, los que me han dado inspiración para andar tocando como loco por nada, gratis, comprando discos, haciendo ruido y sonaban las aquellas canciones que había dedicado a tantas mujeres. La primera canción “Carnaval toda la vida” me quede pasmado, viendo a mis ídolos y para el segundo verso de la canción, se me salían lágrimas de felicidad mezcladas con tierra de la plaza mientras gritaba a toda garganta:

Porque será que me gusta la noche
porque todo el que queda es un padre para mi
que se anima a decir todo y que te enseña a vivir
lo que millones no se animan a decir

Que se te va pasando el tiempo mujer
y que la vida se te va
solo te pido que te vuelvas de verdad
y que el silencio se convierta en carnaval.

Veo a mi lado y uno de mis compañeros de viaje gritando igual que yo, me abraza y me dice: “no mames wei, los cadillacs” y lo vi y estaba llorando, pero llorando y fue donde empezó la fiesta, brincos, golpes, empujones y mas gritos. Me acuerdo de las canciones, la gente coreando y la plaza tapizada luces de encendedores cuando Vicentino se paro en medio del escenario y se aventó solo, empezó las acordes de “Basta de llamarme así” y ya no hizo falta que el cantara, la plaza entera se entrego y la cantamos toda, se me enchina la piel. Es el mejor concierto que eh ido en mi vida y creo que nunca lo olvidare.

¿Y porque vino todo esto? Ah si, es que a mi también se me salieron unas lagrimas cuando los vi, pero no tan exagerado y ridículo como las morritas que le gritan a los de la nAcademia o a los de RBD que ni cantan, ni actúan, ni escriben ni nada.