lunes, marzo 28, 2005

...ah que recuerdo... =.. )

Un día antes habíamos platicado por teléfono, como había sido costumbre ya desde hacia varios días atrás, en esa platica nos dijimos lo bien que nos la habíamos pasado una noche antes en aquel “concierto” de bandas locales, habíamos acordado que desde ese 7 de marzo nuestras vidas seguirían su camino una al lado de la del otro, a mi me pareció mas que genial. Hacia mucho que andaba buscado a alguien que me propusiera eso y la idea de que fueras tú me fascinaba. Estábamos en casa de un amigo, allá por donde las fiestas eran interminables, donde las borracheras nunca cesaban, era la segunda vez que salíamos juntos, la primera vez que lo hacíamos como pareja, sentaditos, tranquilos, disfrutando la noche pasamos varias horas frente a varios talegones que lo único que hacían era estorbar para poder platicar tu y yo.

Decidimos salir, ya estaba sofocado allá adentro, lo único que quería era estar solos, abrasarte y besarte, salimos y nos pusimos a platicar, paso el tiempo y mis labios gritaban tu nombre, querían sentir los tuyos, besar como lo hacen desde tercero de primaria, comerte la lengua, chuparte los ojos… y sucedió, después de un largo abraso, nuestras mejillas se encontraron y después mis labios con ellas, y poco a poco fui buscando el camino a tus labios, sentí lo húmedo de ellos y mis rodillas cedieron un poco, apreté tus labios con los míos, inhale hondo y pude captar tu dulce esencia, los ojos se me fueron para atrás y arremetí de nuevo, estaba en el cielo (o algo así) por fin te sentía, por fin sabia que todo eso era realidad, por fin… termino el beso y… “me siento mal”. Que sientes? Te pregunte, “no se, me siento débil y mareada” y yo, pensando: chale, creo que me rugía la buchaca. Es en serio? Que te pasa? No se, contestaste, me siento mal y tengo ganas de vomitar. Fue cuando pensé, si me vuelve a hablar en una semana, ya chingue, mas bien, ya se chingo, ya no la soltare, pero si no me busca o me saca la vuelta, ya valió madres, diez minutos después: “ya me siento mejor”. Nos volvimos a abrasar y así nos quedamos un buen rato, la noche seguía pero nosotros queríamos que se detuviera, que no avanzara –que extraño, ya no necesitamos aquella cápsula aislante del tiempo y de intrusos que tanto deseamos- yo todavía no sabia en que iba a terminar, ya habíamos quedado en que sin necesidad de decir palabras mágicas nuestras vidas seguirían juntas, pero, se había sentido mal, alguna mala impresión, mal aliento, asco, no se, todavía no estaba seguro de que todo estuviera bien hasta que me lo hizo saber con un beso de despedida tan largo que, creo que todavía estamos ahí, en la vieja suburban de mi padre, estacionados en la casa de enseguida para que tus padres no vieran que nos besamos y se dieran cuenta que éramos novios, ni tu estabas segura de lo que estábamos pasando, y el beso seguía y yo me sorprendía cada vez mas, sentía que no me quería separar nunca que quedaríamos pegados como con kola loka, que me estaba tragando toda aquella soledad y amargura que llevaba adentro para escupirla después y hacerme una nueva persona feliz y con pareja… hasta hoy, ese beso sigue todas las noches y me deja tan desesperado por que venga el siguiente día y volver a recibir otro beso de esos, de esos que me dejan sin aliento y sin ganas de irme.

1 Comments:

At 9:30 a.m., Blogger Mayoli said...

ijijijijijijij
ke hermoso que te acuerdes asi tan bieenn!
a mi nunca se me va a olvidar
y cuando me acuerdo no puedo dejar de sonreir.

ilysm.
siempre juntos, nunca dejes de besarme por favor.

 

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